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viernes, 12 de octubre de 2007

la cumparsita historia de tango


La Cumparsita: El Tango mas Famoso Del Mundo

El famoso tango La Comparsita fue escrito por el uruguayo Gerardo Matos Rodriguez en el año 1917 en un cafe conocido como La Giralda, Montevideo, Uruguay. Gerardo tenia solo 17 años cuando compuso La Comparsita y en aquel momento no se imaginaba que estaba creando uno de las mas famosas composiciones de tango en toda la historia.

Siete años mas tarde viajo a Paris, Francia, donde conocio al famoso Francisco Canaro, y descubrio que su tango era el mayor hit en Paris. Mientras tanto, los escritores de tango Enrique Maroni y Pascual Contursi le dieron letra y lo renombraron Si Supieras. Los proximos veinte años Gerardo los paso en la corte tratando de revalidar sus derechos como autor de La Comparsita, el tango mas famoso del mundo. El tango La Cumparsita es el himno de los tangos uruguayos.

Con respecto a quien grabo por primera vez La Comparsita, no se ha llegado a un acuerdo aunque la mayoria de las fuentes aportadas por la historia del tango Argentino concuerdan que Roberto Firpo fue quien lo grabo por primera vez con su orquesta de tango.
La Cumparsita

Lyrics & music: Gerardo Matos Rodriguez

La Cumparsa
de miserias sin fin
desfila,
en torno de aquel ser
enfermo,
que pronto ha de morir
de pena.
Por eso es que en su lecho
solloza acongojado,
recordando el pasado
que lo hace padecer.

Abandonó a su viejita.
Que quedó desamparada.
Y loco de pasión,
ciego de amor,
corrió
tras de su amada,
que era linda, era hechicera,
de lujuria era una flor,
que burló su querer
hasta que se cansó
y por otro lo dejó.

Largo tiempo
después, cayó al hogar
materno.
Para poder curar
su enfermo
y herido corazón.
Y supo
que su viejita santa,
la que él había dejado,
el invierno pasado
de frío se murió

Hoy ya solo abandonado,
a lo triste de su suerte,
ansioso espera la muerte,
que bien pronto ha de llegar.
Y entre la triste frialdad
que lenta invade el corazón
sintió la cruda sensación
de su maldad.

Entre sombras
se le oye respirar
sufriente,
al que antes de morir
sonríe,
porque una dulce paz le llega.
Sintió que desde el cielo
la madrecita buena
mitigando sus penas
sus culpas perdonó.

Si Supieras

Lyrics: Enrique Maroni & Pascual Contursi

Si supieras,
que aun dentro de mi alma,
conservo aquel cariño
que tuve para ti...
Quien sabe si supieras
que nunca te he olvidado,
volviendo a tu pasado
te acordaras de mi...

Los amigos ya no vienen
ni siquiera a visitarme,
nadie quiere consolarme
en mi afliccion...
Desde el dia que te fuiste
siento angustias en mi pecho,
deci, percanta, que has hecho
de mi pobre corazon?

Sin embargo,
yo siempre te recuerdo
con el cariño santo
que tuve para ti.
Y estas en todas partes
pedazo de mi vida,
y aquellos ojos que fueron mi alegria
los busco por todas partes
y no los puedo hallar.

Al cotorro abandonado
ya ni el sol de la mañana
asoma por la ventana
como cuando estabas vos,
y aquel perrito compañero
que por tu ausencia no comia,
al verme solo el otro dia
tambien me dejo.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Medellín, aquella tarde de junio
POR RICARDO OSTUNI

Asesenta y cinco años de la tragedia todavía suele polemizarse sobre sus causas, porque Medellín selló la historia de Gardel con una cuota final de misterio.

El F31 de la tragedia.
El informe oficial sostiene que: "el accidente se debió única y exclusivamente a dos causas íntimamente ligadas entre sí, pero de distinta naturaleza, ajenas al control de las personas que llevaban el comando de los trimotores F-31 y Manizales. La primera es de carácter permanente y se debe a las deficiencias topográficas y aerológicas, propias del aeródromo "Olaya Herrera" de la ciudad de Medellín. La segunda es de carácter ocasional y se debe a un fenómeno aerológico propio del mencionado aeródromo y que consiste en la aparición súbita de una corriente que se ha registrado, generalmente durante las horas de la tarde y que dura apenas unos pocos minutos... El 24 de junio ese fenómeno se presentó unos diez segundos antes de ocurrir el choque con una intensidad 6-7 Beaufort de una dirección suroeste..."
Sin embargo, aún hoy persisten diversas versiones que descalifican lo afirmado en dicho informe. Unas hablan de la supuesta rivalidad entre las dos empresas protagonistas del siniestro: la SACO (Sociedad Aérea Colombiana) y la SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos) o más precisamente entre los pilotos Ernesto Samper Mendoza y Hans Ulrich Thom. Otras se refieren a una eventual disputa entre Gardel y Le Pera (o Gardel y Samper Mendoza), que habría culminado con un balazo fatal en la nuca del piloto.
José María Aguilar uno de los tres sobrevivientes de las llamas, siempre fue vacilante en sus declaraciones sobre el tema. El 6 de junio de 1936 dijo a la revista Novela -Nº 962- que la tragedia sobrevino por una vieja disputa entre los dos pilotos, confirmando así la sospecha más generalizada. Empero Isabel del Valle (en el libro "Ser Gardel", Ediciones PXP diciembre de 1990, pag. 22) dijo haber recibido de Aguilar otra temeraria versión: "Yo repito lo que me contó Aguilar... decía que Le Pera -que era el productor- lo hizo cantar a Carlos en un estadio al aire libre y, claro, sin sonido, el público que no escuchaba bien hizo sentir sus protestas... Eso a Carlos lo dejó muy mal de ánimo y decidió separarse de Le Pera... Ambos discutieron en el avión y Alfredo sacó un arma y le disparó un balazo que, en vez de pegarle a Carlos, le dió en la nuca a un tal Samper y así el avión quedó sin gobierno..."

Aerodromo "Olaya Herrera" de Medellín. 14:58 horas... la tragedia. El F31 de la SACO, donde viajaba Gardel, colisiona con el "Manizales" de la SCADTA.
En otro reportaje publicado con motivo del cuarto aniversario del suceso, Aguilar modificó radicalmente sus dichos. Declaró que el avión estaba excedido en carga y que, por esa causa, al aterrizar en Medellín había perdido estabilidad, casi como anticipando la tragedia; que en este aeropuerto se incrementó aún más el peso de la nave con doce tambores de películas que fueron colocados debajo de los asientos, agregando: "Al chocar nadie se movió. Se ha dicho que Carlitos gritó y golpeó en el vidrio. La verdad es que un ala del trimotor con que habíamos chocado se introdujo en el F-31 y descabezó a alguno de sus ocupantes. Pudo establecerse mas tarde que a Carlitos Gardel le había cortado ambas piernas y que había recibido otras heridas mortales, de manera que su sufrimiento no debió ser prolongado..."
En el "Acta de Levantamiento de los Cadáveres del Siniestro" firmada por los doctores Antonio J. Osapina, Luciano Restrepo Isaza, Julio Ortiz Velásquez y Luis Carlos Montoya, se consigna que el numeral 11 corresponde al cadáver de Gardel "hallado boca abajo y pisado por las válvulas de uno de los motores. Tiene una cadena de oro sin reloj, como especie de pulsera en una muñeca. Colgada de la ropa una cadena con unas llaves y una chapita que tiene una leyenda así.- Carlos Gardel, Juan Jaures 735 Buenos Aires... Junto al cantante y quemadas en los bordes se encontraron las partituras originales de "Cuesta Abajo"".
Este mismo relato se repite en el Cuaderno Tres del sumario instruido en el Juzgado Segundo Superior de Medellín donde se asentaron los resultados de la autopsia practicada a los despojos de Gardel.
Todas las investigaciones realizadas en años posteriores, insisten en remarcar, como causa fundamental de la tragedia, la rivalidad entre ambos pilotos.
Terencio Spaini -experto colombiano en prevención de accidentes aéreos- publicó en la década del cuarenta sus propias conclusiones al respecto, después de analizar la documentación reunida en torno del accidente y las declaraciones de todos los testigos del caso: "Es imposible comprender lo ocurrido sin tener en claro que los aviones que protagonizaron el drama, pertenecían a dos compañías cuyo grado de competencia era feroz". No se trataba de una disputa ocasional sino que había intereses nacionales de por medio, jugándose "conceptos de patriotismo, de soberanía, de emancipación y, para decirlo en términos de nuestros días, de liberación".
La SCADTA era una empresa aerocomercial alemana -la primera establecida en las Américas y la segunda en el mundo- y respondía a los planes expansivos del nazismo. Ernesto Samper Mendoza por su parte, "no era un hombre cualquiera" sino un pionero y un abanderado del orgullo patrio. "Su sed de independencia lo empujó nada menos que a crear la empresa SACO de su bolsillo".
A causa de estos enfrentamientos el comandante Hans Ulrich Thom de la SCADTA, el 20 de junio anterior a la tragedia, habría realizado en el aeródromo de Techo "una bajada rasante, demostrativa de gran pericia sobre el avión F-31 de Samper Mendoza... Estas especies de fricciones crearon un clima muy especial que hizo que el 24 de junio de 1935 el amor propio y patrio de Samper lo empujara a devolver el susto a su colega alemán lanzándole el avión encima, en una arriesgada maniobra que fue perfecta. Pero intervinieron otros factores y se produjo la catástrofe."
La misma opinión fue recogida por Federico Silva en su Informe Sobre Gardel (Editorial Alfa, Montevideo 1971) de labios del Dr. Gilberto López: "Durante el tiempo que permanecí al servicio de la SCADTA pude observar que había una marcada predisposición de parte de todos los empleados de esa empresa contra el aviador Ernesto Samper. También recuerdo que los empleados Jesús Celis y Jesús Padilla, me manifestaron su temor de que le ocurriera un accidente en Palanquero a Samper y yo presentía que algo le iba a ocurrir, pero parece que el accidente estaba premeditado para que ocurriera en Palanquero y no en Medellín."
Spaini contradijo los dichos de Aguilar demostrando que los aviones no estaban excedidos en carga, pero al igual que aquel habló acerca de un balazo: "La autopsia del aviador colombiano -realizada por el Dr. Tamayo Lemos- mostró un balazo en la cabeza ... El disparo vino desde abajo (el balazo estaba incrustado en la cabeza luego de haberle atravesado el maxilar. Aquí se destruye la teoría de que lo dispararon desde atrás o sea desde el interior del propio avión".
Las noticias periodísticas del día siguiente a la tragedia mencionaban que el copiloto del Manizales, Wilhan Furts había sido "encontrado muerto con una pistola en su mano y un cartucho quemado muy cerca" suponiéndose que se habría suicidado ante la inminencia del desastre.
Así lo sostiene el escritor colombiano Mario Sarmiento Vargas (La verdad sobre la muerte de Carlos Gardel, editado en 1945): "los identificadores encontraron el cuerpo del citado piloto completamente carbonizado, con los brazos en alto y en la mano derecha empuñando una pistola de la que había sido disparado un proyectil. El cráneo aunque completamente quemado dejaba ver el orificio donde había penetrado la bala; es decir que ante el inminente e inevitable peligro de morir achicharrado, prefirió suicidarse."
La conjetura de Spaini fue otra. Entendió que "el copiloto (del Manizales) le disparó al F-31 en un gesto de pánico, desesperación o ira, al ver que se le venía encima." sugieriendo que el proyectil habría impactado en el avión atravesando fuselaje, yéndose a incrustar en la cabeza de Samper Mendoza por el maxilar inferior. Por esta razón el F-31 habría caído bruscamente en plena maniobra del ascenso.
En 1991 apareció en Bogotá -Colombia- una nueva edición del libro "Carlos Gardel, su vida y sus canciones" de Jaime Rico Salazar quien trabajó revisando "los archivos que dejó escritos la Comisión que investigó el accidente. Que de todas maneras son muy deficientes ya que se circunscriben a analizar lo que sucedió aquel día en el aeropuerto y no se salen de allí para investigar lo que pasó anteriormente fuera del sitio de la tragedia". Básicamente repite los mismos hechos narrados por Spaini concluyendo que Samper "no tenía derecho por ningún motivo personal, para efectuar la arriesgada maniobra que costó tantas vidas."

La última foto de Carlos Gardel
Bogotá, 24 de junio de 1935.
A tantos años de distancia no es posible dilucidar con certeza la verdad de lo ocurrido pero, por la forma en que se produjo la tragedia resulta verosímil la tesis sobre la rivalidad entre las dos compañías y sus pilotos. La pericia técnica firmada por los doctores Francisco Rodríguez Moya, Neftalí Sierra y Epifanio Montoya designados por el Jefe de Seguridad de Medellín, Dr. J. Antonio Rico demostró que la ruta seguida por el F-31 fue de una "continuidad sorprendente" sobre todo por el rastro de la rueda izquierda del aterrizaje que, puede decirse, "es un trazado geométrico perfecto". La máquina describió una sostenida parábola de 30º en dirección del Manizales que estaba detenido frente a los hangares de la SCADTA. No se encontraron marcas de zizagueos que mostrasen un intento por corregir el rumbo, ni huellas de frenadas. "Por el contrario 180 metros antes del lugar del choque, desaparece la huella de la rueda derecha para volver a aparecer a 120 metros del lugar de la colisión. Vuelve a perderse pero más adelante aparece la huella central de la rueda de cola, como si en el instante de tomar altura hubiera aplicado ésta fuertemente contra el suelo."
En 1984 Horacio Ferrer reporteó en Medellín a Antonio Henao Gaviria el único periodista presente en la caseta de la SACO la tarde del 24 dejunio de 1935. Gaviria tenía en la época del reportaje 81 años y una prodigiosa lucidez. Recordó que el F-31 a unos 200 metros de iniciar su carreteo giró directamente hacia el Manizales sin levantar vuelo.
El choque de los aviones, dijo, fue como una bomba atómica que oscureció todo el aeropuerto. Con un extinguidor del batallón de Bomberos roció el cuerpo en llamas de José Plaja salvándole la vida. Esto signó una amistad para siempre. En una de las cartas que periódicamente le enviaba, Plaja desmintió totalmente la existencia de una disputa a bordo.
Al conjeturar sobre las causas del accidente, Gaviria dijo: "Alguna vez Samper, en el batallón Girardó, en una madrugada de parranda, me contó que el piloto alemán Ulrich Thom le había sobrevolado con una avioneta monoclub que tenía, como una provocación y que esperaba tomarse revancha algún día... Yo creo que él (Samper) trató de salirse de la pista y pasarle por encima y como no era muy técnico en trimotores ya que siempre había pilotado avionetas, falló..."
Similares declaraciones de don Antonio Henao Gaviria incluye Rodolfo Omar Zatti en su libro "Gardel 544 días finales" (Corregidor 1992, pág. 145): "Hacía pocos días, Thom había llevado en su avión al arzobispo de Ibagué, capital de Tolima y al pasar por sobre el avión de Samper le hizo un gesto como diciendo "mira lo que llevo yo; a ver lo que cargas tu"... Ya interpeto que Samper quiso devolverle la broma de días anteriores y en pleno carreteo de su máquina la hizo doblar hacia donde se encontraba su rival para mostrarle la carga humana que llevaba a bordo, pero ante la proximidad de la otra máquina y su poca pericia con este tipo de avión con carga, no pudo levantar y se produjo la horrenda colisión a las 14,56 horas del 24 de junio de 1935."
Testimonios y pericias parecen coincidentes: Samper desvió la marcha del F-31 fuera de la pista, en dirección del Manizales. Todo hace pensar en una temeraria imprudencia antes que en la obra de la fatalidad.
José Plaja secretario de Carlos Gardel durante la gira y uno de los tres sobrevivientes del siniestro, agregó otro hecho prácticamente ignorado en cuanto trabajo se ha escrito sobre Medellín. El miércoles 25 de junio de 1969 -después de 24 años de silencio- accedió a un reportaje del periodista Jaime Sureda Prat de Europa Press publicado en el diario "La Verdad" de Murcia, España.
Plaja vivía entonces en un pueblito del Ampurdán de Gerona, tenía 69 años y los dedos de ambas manos amputados por causa del fuego. "Me encargaron contratar un avión para que nos trasladara de Bogotá a Calí y me puse al habla con el capitán Morrison (NdA: Plaja menciona a un tal Morrison como el piloto que condujera el F-31 en la escala Bogotá-Medellín. Sin embargo el trimotor estuvo al comando de] piloto norteamericano Stanley Harvey. Plaja concedió en 1981 otro reportaje a Esteban Peicovich para la revista "Interviu" en el que, básicamente, narra los mismos hechos), un gran piloto que había formado una empresa con un tal Samper, un hombre muy rico y que puso el dinero para comprar dos aviones... La noche de la partida Morrison me dijo que si salíamos de madrugada podríamos hacer el vuelo directo de Calí pues cruzaríamos los Andes sin niebla y no tendríamos que remontarnos a gran altura, lo que nos permitiría llenar a todo los depósitos de gasolina. Pero salimos a las diez de la mañana y con los depósitos a medio llenar, lo que nos obligó a hacer escala en Medellín para repostar... La noche anterior hubo una partida de póquer que se demoró mucho... Salimos tarde por eso del póquer y el piloto tuvo que cambiar su plan, poner menos gasolina porque ya habría niebla espesa y por lo tanto, descender en Medellín..."
La muerte suele clausurar las pasiones, pero no en el caso de Gardel. La tragedia de junio originó arduas polémicas que perduran a sesenta y cinco años de ocurrida, como si se tratase de negar toda explicación que justifique lo inaceptable.
Las autoridades de Colombia siguen sosteniendo que la fatalidad copó aquella tarde de Medellín, pero muy pocos se resignan a creer en ello. Gardel aún muerto, sigue cultivando misterios.
La historia del mundo está llena de acontecimientos que fueron obra de locos, alucinados, visionarios, imprudentes y neuróticos. "Si Milcíades hubiera huido en Maratón y Carlos Martel en Poitiers, la civilización occidental habría sido diferente. Todo habría resultado distinto si Cristo hubiese renegado de su doctrina delante de Pilatos" (NdA: Sigmand Freud -"El Presidente Thomas W. Wilson. Retrato Psicológico"). Tal vez la historia del arte popular hubiera sido diferente de no ocurrir esa partida de póquer y la genial imprudencia de Samper Mendoza.
Originalmente publicado en la revista Club de Tango, Nº 14, Buenos Aires, mayo-junio 1995.

EL CHOCLO

EL CHOCLO

Música: Ángel Villoldo
Letra: Enrique Santos Discépolo
Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...

Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

Carancanfunfa se hizo al mar con tu bandera
y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina.
Triste compadre del gavión y de la mina
y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.

MALENA

MALENA

Música: Lucio Demare
Letra: Homero Manzi
Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo del suburbio su voz perfuma,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra,
Malena tiene pena de bandoneón.

Tu canción
tiene el frío del último encuentro.
Tu canción
se hace amarga en la sal del recuerdo.
Yo no sé
si tu voz es la flor de una pena,
só1o sé que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena,
más buena que yo.

Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios apretados como el rencor,
tus manos dos palomas que sienten frío,
tus venas tienen sangre de bandoneón.
Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón,
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.
Malena canta el tango con voz quebrada,
Malena tiene pena de bandoneón.

VOLVER

VOLVER

Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos,
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus pálidos reflejos,
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.
La quieta calle donde el eco dijo:
"Tuya es su vida, tuyo es su querer",
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenan mi soñar.
Pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.

MI BUENOS AIRES QUERIDO

MI BUENOS AIRES QUERIDO

Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi pebeta, luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja
de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires
tierra florida
donde mi vida
terminaré.
Bajo tu amparo
no hay desengaños,
vuelan los años,
se olvida el dolor.
En caravana
los recuerdos pasan,
con una estela
dulce de emoción.
Quiero que sepas
que al evocarte,
se van las penas
de mi corazón.

La ventanita de mi calle de arrabal.
donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa
y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más pena ni olvido.